Hoy me encuentro adaptando la opción de caza de evobas.
Basándome en lo que la naturaleza me muestra, he creado un modelo de depredación bastante genérico. Paso a exponerlo.
Como primer paso he optado por separar las partes que a grandes rasgos suceden durante la cacería, concretamente antes de la captura.
Como base he colocado el siguiente argumento. Para capturar algo primero deberemos de encontrarlo, ya sea por vía olfativa, auditiva, vista o tacto, primando las tres primeras formas.
Una vez que somos capaces de detectar una presa potencial deberemos de comprobar que su ingesta no nos matará, y no me refiero únicamente al comérnosla sino al proceso de matarla. No sirve de mucho atacar a un puerco espín si vamos a salir malparados.
Tras esa breve introducción, ya encontramos multitud de factores a tratar: colores, tóxicos y acondicionamiento al combate directo.
Si nos acercamos más a la realidad comprobaremos que la relación entre depredador y presa no suele ser tan extrema; siendo, en un principio, apartadas las víctimas potencialmente más peligrosas de la dieta depredadora.
Una vez trazada la detección de presas potenciales y visto la multitud de probabilidades pendientes he decidido dejar al jugador la decisión de atacar o no a las presas que encuentre, según su propio instinto. Se le aportará una breve reseña informativa que le ayudará a tomar la decisión, pero me temo que su propia experiencia será el factor decisivo.
De este modo creará lazos con ciertas presas. Me explico, como no nacemos sabiendo el depredador atacará a las criaturas que se crucen por su camino. Una vez enzarzado en la captura comprobará si la criatura es venenosa, es un depredador camuflado o simplemente es comida fácil, lo cuál afectará en un futuro si volverá a atacar o no.
Para no extenderme más doy por zanjado el tema de búsqueda de presas y voy a pasar a la aproximación.
Muchas de nuestras presas huirán nada más acercarnos por lo que nos conviene desarrollar habilidades de sigilo y aproximación. El acecho es una parte fundamental de la captura ya que rápidamente somos reconocidos como depredadores.
Una vez descubiertos, ya sea por vía olfativa, auditiva o visual, no contaremos con el factor sorpresa y nuestra presa tomará dos caminos. Correr como alma lleva el diablo o plantarnos cara.
En el primer caso tenemos claro que o nos plantamos o corremos tras ella. Si corremos podemos jugárnosla en el inicio de la carrera, siendo potencialmente superiores (leonas) o a la larga carrera (guepardos). Si no conseguimos derribar a nuestra presa otra vez será.
Si por el contrario nuestra presa se envalentona y nos planta cara. Tenemos dos opciones, devorarla con la mirada y salir por patas o jugárnosla e hincarle el diente. Si vamos a por ella deberemos estar preparados para matar en cuestión de segundos o arriesgarnos a salir mal parados (búfalos de agua).
Así que en la persecución, primará nuestra movilidad y fuerza, en una persecución prolongada nuestra movilidad a secas. Y digo movilidad puesto que no solamente se corre en línea recta con el aire a favor 😀
En el combate directo primará nuestra habilidad para neutralizar y la rápidez de matar.
En fin he soltado un buen testamento así que mejor sigo programando :X